Los peritajes psicológicos están estrechamente relacionados con la psicología clínica, ya que sin una buena formación en ella es difícil hacer una evaluación y diagnóstico de calidad y defender el juicio clínico en la vista judicial. Se requiere tener una buena formación en psicología jurídica para entender los procedimientos judiciales y el papel encomendado como perito.

Desde mi licenciatura me formé a la par en psicología clínica y jurídica. Tuve ocasión de trabajar en un despacho de abogados especializados en derecho de familia, derecho laboral y secuelas sobrevenidas por accidentes, donde mi papel era hacer valoraciones psicológicas, evaluar posibles secuelas, emitir informes y asistir a la ratificación y vista correspondiente si así era requerida por el juez.

Tiempo después trabajé en los equipos multidisciplinares de la Red de Oficinas Judiciales de la Comunidad de Madrid, donde el COP-Madrid nos seleccionó a unos pocos psicólogos para asistir en situaciones de crisis a víctimas de actos violentos y redactar y ratificar los informes cuando era requerido por el juzgado.

Formo parte del Listado de peritos para el ámbito de enjuiciamiento civil del COP-Madrid y elaboro informes periciales, tanto por designación de parte como por el órgano judicial.